«Rita» es un súper ordenador que destaca por su sofisticación, la amplitud de su base de datos y su capacidad de computación. No es una herramienta como las que estamos acostumbrados a ver, no ha sido desarrollada por ninguno de los grandes tecnológicos como Facebook o Google. Esta máquina decide a quien investigar y por qué, busca incongruencias en nuestra información online para actuar. La Agencia Tributaria presume de sistema recibiendo delegaciones de Europa, Latinoamérica y Asia interesados en esta tecnología
Este sistema almacena todos nuestros datos: cuentas bancarias, depósitos, acciones, inversiones, etc. También conoce todos los datos a cerca de nuestros impuestos, sanciones o recargos. Toda esta información la cruza y verifica en cuestión de segundos, analizando si el contribuyente se comporta como debe respecto a sus obligaciones fiscales.
Es el momento en el que «Rita» analiza los datos, cuando el espía pone en funcionamiento la IA. Los algoritmos del sistema cada vez son más precisos, aprenden los comportamientos de los contribuyentes, buscan cualquier cambio de comportamiento, para clasificar la información en tres niveles: datos negros (información de las rentas de empresas), datos azules (datos que el programa recibe de organismos oficiales u otras fuentes como ayudas, descuentos fiscales o planes de ayuda para la adquisición de un vehículo) y por ultimo datos rojos (los que suponen una mayor limitación a la hora de adquirirlos, debido a que es el contribuyente quien los declara).
Una vez administrada la información, se pone en marcha el sistema: peina los datos de arriba abajo buscando incongruencias, falta o exceso de movimientos bancarios… Nuestro día a día. En caso de encontrar algún elemento que no cuadre, el sistema emite una orden de impresión, para que se envíe una carta certificada solicitando aclaración sobre las incidencias encontradas por el sistema. En caso de no recibir la Agencia Tributaria una respuesta por parte del contribuyente, «Rita» calcula el importe que se ha defraudado y pasa a cobrarlo directamente a través de un embargo en la cuenta bancaria.
El programa, también cruza información de las Redes Sociales, busca viajes que hayamos hecho, contrastándolo con los movimientos bancarios, para cerciorarse que está todo en regla.
Es por esto que debemos ser prudentes con la información que facilitamos a Hacienda, ya que las próximas ampliaciones del sistema podrían detectar la menor de las incongruencias en el día a día de cualquier contribuyente.